Silvia Dioses y Ciudadanía Digital .

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Silvia Dioses es directora de Sistemas de Gestión Empresarial de Red de Energía del Perú (ISA REP), la más grande transportadora de energía eléctrica de alta tensión en Perú y Vicepresidenta de Electricidad del Comité de Tecnología e Innovación en la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE). Tiene amplia experiencia en gestión de tecnología en distintos sectores: consumo masivo, tecnología, gobierno, banca y energía.

Además de ser una de las pocas mujeres líderes en el sector minero energético, Silvia promueve emprendimientos orientados a potenciar el rol de la mujer y elevar el nivel de la ciudadanía digital en Latino América.

Siempre con mucho entusiasmo, nos invita a aprender, desaprender y reaprender. Es así como ha querido compartir con nosotros la importancia de la ciudadanía digital en el contexto actual.

En primer lugar, ¿qué es un ciudadano digital y qué es la ciudadanía digital?

Un ciudadano digital es aquella persona que usa la tecnología de manera responsable para aprender, crear y participar en la sociedad. La ciudadanía digital es la capacidad que tiene una persona para participar como un agente activo en la sociedad digital. Este término no es nuevo, he encontrado referencias mejor organizadas desde los 2000; sin embargo, hoy en día entenderlo y aplicarlo es muy relevante, toda vez que vivimos un momento de evolución como raza humana, acelerada por la economía digital que se ha activado con la masificación del internet y las redes sociales, aunque el avance es desbalanceado.

Cuando hablamos de ciudadano digital hay que tener en cuenta el poder que se tiene y se debe usar para bien. Por ejemplo, siendo más inclusivos, estar mejor informados, comprometidos y activos. Si la tecnología es bien utilizada, el impacto es increíble, pero mal usado puede causar mucho daño. Nos reta a ser mejores ciudadanos pues los impactos y riesgos son exponenciales.

¿Qué debemos considerar para ser ciudadanos digitales?

Cito 9 elementos relevantes a tomar en cuenta.

Todo parte con el acceso a internet que en nuestro país es desbalanceado. Por ejemplo, según la Agenda Digital del Bicentenario de la PCM, si bien el 73% de la población es usuaria de Internet, 70% de escuelas no tienen conectividad y ello es más grave cuando se sabe que el 65% de niños en primaria harán trabajos que no existen hoy así que su futuro laboral dependerá de su destreza digital, que hoy no se desarrolla por no tener conectividad. Garantizar el acceso de calidad al 100% de la población es fundamental y prioritario.

Por otro lado, existe el comercio digital que se refleja en el derecho a acceder a servicios de manera mucho más inmediata. El comercio digital contribuye con la bancarización y ésta a su vez presenta más oportunidades que desventajas, ¿cómo vender tus productos al mundo? ¿Por qué solo vender para pasar el día? En este punto hay un desafío también y aparecen las diferencias cuando ves que adquirir el mismo producto es más accesible y económico en un lugar que otro. Ahí hay un reto, solo que hoy no es tan evidente.  

En tercer lugar, tenemos la comunicación y colaboración. Aquí nos preguntamos cómo vamos a compartir nuestros pensamientos, propuestas e ideas para que otros entiendan el mensaje. En este frente, las redes sociales y plataformas como Google o Facebook son relevantes. Antes del 2000, hubiera sido difícil; hoy el acceso gratuito a estas plataformas nos permite comunicar, colaborar y existir en el mundo digital.

Continuamos con el alfabetismo digital. Antes lo mínimo era saber leer o escribir, hoy además debes saber cuándo y cómo usar la tecnología. ¿Cómo buscar en Internet? ¿Cómo incorporar los servicios de mensajería instantánea? ¿Cómo discernir si una noticia es falsa o no? El alfabetismo digital es mandatorio, independientemente de la edad que se tenga. El analfabetismo excluye y por ello comprender este elemento es prioritario.  

Asimismo, existe la etiqueta digital, que es poco entendida y trata de pensar en los demás cuando se utilizan dispositivos tecnológicos. Por ejemplo, ¿tienes algún cuidado al momento de enviar mensajes? ¿te fijas el estado de las personas antes de comunicarte o piensas si es un buen momento para enviar un mensaje? Es importante aplicar estas normas.  

También tenemos las leyes que son las reglas que se aplican en el mundo en línea. En el caso de Perú, tenemos la ley de gobierno digital, un sistema nacional de transformación digital, y una serie de reglamentos que son poco conocidos. Un ciudadano debe conocer dicha normativa, comprender cómo se cumple o cuándo se incumple. Este frente deberá incorporarse y ser comprendido poco a poco.  

En séptimo lugar, tenemos los deberes y derechos. Por ejemplo, tienes derecho a que nadie tome tus datos sin tu autorización, que no suplan tu identidad, a estar seguro en Internet. Similar a vivir en sociedad, en el mundo virtual, conocer qué derechos tienes, cómo proteges a los demás, dónde sentar un reclamo; es fundamental.   

La salud y bienestar son prioritarios. Cómo lograr el bienestar físico y mental al interactuar en el mundo digital es un frente en el que debemos tomar conciencia. Busquemos el balance, necesitamos desconexión, sobre todo hoy en día que estamos tan inmersos en la tecnología.

Finalmente, la seguridad y privacidad. Debemos tomar conciencia de los impactos de un ataque cibernético que vulnere nuestra privacidad, conocer cómo prevenirlo y comportarnos de manera segura en el mundo virtual.

Se deben haber dado cuenta que estos elementos son los esperados en una sociedad que avanza, sin embargo, al sumarle lo digital, el impacto es mayor y el riesgo también, por ello, conocerlos y aplicarlos es una obligación. Además, a estos elementos, les podemos agregar 3 principios: seguridad, educación y social. Un ciudadano digital activo se protege y protege a los demás, se educa y educa a los demás, se respeta y respeta a los demás.

Ya sabemos cuáles son las responsabilidades de integrar esta ciudadanía, pero ¿cuáles son los riesgos?

Si no soy consciente del significado de la ciudadanía digital, básicamente usaremos herramientas digitales o querremos hacer lo que hacíamos antes, pero con tecnología que hoy es más conocida y más accesible que antes. Considero que hacer eso sería una oportunidad desperdiciada. En cambio, si poco a poco, construimos una sociedad más digital, desarrollamos habilidades, nos relacionamos, aprendemos y compartimos; podremos cerrar brechas, más ciudadanos serán activos en la construcción del futuro, estaremos mejor preparados para incluir a las mayorías y seremos menos frágiles como país. Por tanto, el riesgo es perder la oportunidad de progresar como país de manera sostenible.  

¿Cómo una empresa puede contribuir a construir la ciudadanía digital?

Creo que debemos encontrar la conexión entre el concepto de ciudadanía digital y los objetivos que tenga la empresa. En nuestro caso, ISA REP transporta energía de alta tensión y nos propusimos crecer con valor sostenible que lo entendemos con 3 enfoques: beneficio para el accionista, impacto social ambiental y vigencia corporativa. La transformación digital es un componente clave para hacer realidad nuestro crecimiento.

Nosotros podemos contribuir a desarrollar una sociedad más digital, que utilice la tecnología para generar impactos más exponenciales, que contribuya con el cierre de brechas digitales en las cerca de 2000 comunidades con las que nos relacionamos. ¿Se imaginan por ejemplo programas sociales en que las comunidades generen nuevas actividades económicas, cuyos pobladores desarrollen nuevas capacidades técnicas, que eleven su nivel? Generaría un impacto social exponencial que traerá réditos para todos y ello es crecer con valor sostenible.

Para compartir un ejemplo, en ISA REP tenemos un programa llamado “Voluntarios Digitales” en el que se forma a profesores y se les da herramientas para que enseñen a sus alumnos. Los Voluntarios son trabajadores de ISA REP. Este ejemplo muy sencillo es una forma de ser ciudadanos digitales y es un programa replicable. ¿Se imaginan que muchas empresas lo hagan? El impacto sería muy grande.

Finalmente, recomiendo también a las empresas, conocer las iniciativas del Gobierno Peruano en materia digital. ¿Sabías que Perú cuenta con una Agenda Digital por el Bicentenario que propone un Perú más íntegro, competitivo, cercano, confiable e innovador? ¿Sabías que en la agenda de proponen como habilitadores a la interoperabilidad, identidad digital, seguridad digital, gobierno de datos, entre otros? ¿Sabías que dichas iniciativas se implementan muy lento pues no hay confianza, no se entiende o no es tan comunicado? ¿Te imaginas si desde el colegio, los niños aprendieran a ser ciudadanos digitales activos? Seguro que dichas propuestas serían de implementación más rápida porque serían mejor comprendidas, valoradas y generarían confianza.

¿Cuál es el real aporte de la ciudadanía digital en una empresa como ISA REP?

Para lograr nuestra estrategia en los próximos años, requerimos que nuestros trabajadores sean ciudadanos digitales y además contribuir a que Perú sea un país mas digital.

Para nosotros, una capacidad indispensable es la transformación digital, es decir apropiar efectivamente las tecnologías digitales en nuestros procesos para ser más eficientes, mejorar continuamente, prepararnos de manera anticipada para responder a escenarios futuros e inducir nuevos modelos de negocio.

Buscamos elevar la destreza digital de nuestros trabajadores, es tan relevante desarrollar las habilidades blandas como las competencias técnicas. Por ejemplo, el 15% de trabajadores sabe hacer RPAs – robots de software-, los invitamos a aprender de analítica, inteligencia artificial y a programar; los mismos trabajadores enseñan a los demás a través de un programa llamado KNOWMAD. Promovemos la adaptabilidad y esperamos que los trabajadores sean muy activos en su desarrollo y contribuyan con el desarrollo de los demás.

Pero no será suficiente que los trabajadores de ISA REP avancen, será indispensable que los proveedores, clientes, estudiantes, nuevos trabajadores, comunidades; los grupos de interés sean también digitales. Cuando ocurra ello, seguro que superaremos los desafíos con creces, y a la par contribuiremos con un Perú más digital, más inclusivo, con menos brechas y que progrese sostenidamente.

Invito a todos a explorar el fascinante mundo de la ciudadanía digital, sorprenderse con el hecho que el mundo virtual es parte del mundo real, descubrir todas las posibilidades y participar activamente. En vez de esperar a que alguien haga algo, mejor preguntarse, ¿y yo qué voy a hacer?

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