La minería peruana está presente en la carrera digital

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Se suele identificar a la minería como un sector tradicional, pero ya se ha subido a la ola de la “transformación digital”. La pandemia le ha dado el impulso definitivo.

Se suele identificar a la minería como un sector tradicional, tanto así que no se le considera como una actividad que acompañe la ola de la “transformación digital” donde están presentes otros sectores, como el de finanzas y el de ventas minoristas. Sin embargo, la pandemia ha dado el impulso definitivo —y sin reversa— a un proceso que ya estaba comenzando a gestar en esta actividad.

Dos grandes mineras que operan en el Perú —Hudbay y Anglo American— ejemplifican este cambio. Hoy buscan convertir a sus principales proyectos —Constancia (en operación) y Quellaveco (en construcción), respectivamente— en pioneros de la carrera digital a nivel local y continental.

El atractivo

“El mundo está cambiando de manera acelerada y la minería también tiene que ir a esa velocidad”, señaló en mayo pasado Diego Ortega, vicepresidente de Asuntos Corporativos de Anglo American, durante el lanzamiento del V Congreso Internacional Macro Sur Minero. Y aunque a simple vista la transformación digital parezca una carrera de un único ganador, en realidad son los resultados los que mueven a las corporaciones mineras a asumir este desafío.

Según la multinacional española de tecnología Indra, se estima que una mina digital puede ahorrar hasta un 15% más de energía, incrementar su productividad laboral en un 25% y reducir el número de accidentes a 20%. Ello, sin mencionar los beneficios en la gestión ambiental y la consecuente mejora en las relaciones con su entorno.

Tecnologías mineras

“La digitalización es fundamental para generar eficiencias con miras a recuperar lo que estamos gastando adicionalmente por esta coyuntura”, indica Eduardo Rojas, gerente de Tecnologías de Información de Hudbay Perú. Por eso, agrega, “hemos avanzado en seis meses lo que se tenía proyectado a hacer en tres años”.

El desafío

El primer gran desafío de las minas digitales consiste en la conectividad, ya sean equipos, maquinaria y personal, a través de una red de fibra óptica que permita centralizar y teledirigir las operaciones desde un solo lugar, incluso desde un smartphone.

Esas tareas ya las pueden llevar a cabo las mineras que operan en el Perú. Así lo ha hecho Hudbay al conectar la mina Constancia con su planta concentradora, y Anglo American hará lo propio para la operación de Quellaveco, que producirá cobre en el 2022, con el apoyo de un Centro Integrado de Operaciones (IOC): el “cerebro” de la mina para controlar todos sus procesos.

Pero, una “mina del futuro” se define, sobre todo, por su madurez digital, es decir, por su capacidad para aprovechar la información disponible tanto histórica como en tiempo real, esto le permitirá tomar decisiones basadas en datos y predecir tendencias. Esto en conceptos de Industria 4.0 es lo que se conoce como Optimización Digital del Negocio. “Si uno tiene capacidad de predicción para los planes de corto plazo —una lluvia, granizada, un camión que se paró o si la ley del material que extraemos no es la esperada—, podremos tomar decisiones adecuadas y como resultado optimizar nuestros costos”, explica Rojas.

El uso de camiones autónomos para transportar materiales es un ejemplo de lo que permite la optimización. La información sobre el estado de las llantas, lubricantes, frenos, motor, entre otras condiciones del camión, ayuda a modelar el mantenimiento y optimizar la producción. Y Quellaveco es el primer proyecto que utilizará esta tecnología en el país.

Por su parte, Hudbay enfoca este proceso como uno de largo aliento y de mejora continua en sus operaciones, de la mano con la continua evolución de la tecnología, “en especial las de recuperación de mineral”, refiere Rojas.

Predecir para mejorar

El modelo de predictibilidad de la producción (throughput) que ha implementado Hudbay en Constancia, con el uso de machine learning es fundamental. Esta aplicación, mediante el software MineExpert, que integra todas las áreas de la minera en tiempo real, permite seguir al mineral desde que se perfora en la mina hasta que pasa por la chancadora y, luego, va al molino.

Ello permite a Hudbay predecir con una efectividad mayor al 90% lo que ocurrirá en el molino y adaptar, sobre la marcha, su plan de minado para tener una mezcla de mineral óptima durante la jornada.

“La data que ya tenemos —agrega Rojas— tanto del área de mina como de planta, nos ha permitido formular este primer modelo predictivo a corto plazo”. De esta manera, por ejemplo, “puedes decirle a la planta cómo debe prepararse para el chancado y la molienda” y optimizar residuos y energía en estos procesos.

Anglo American y su modelo FutureSmart Mining (FSM) también apunta a añadir valor a la minería con el poder de los datos, implementando modelos de mantenimiento predictivos y tener operaciones más seguras, eficientes y rápidas. En el IOC, Quellaveco contará con un trabajo integrado y centralizado, donde todos los líderes de procesos estarán juntos, coordinarán mejor y detectarán posibles riesgos. Con ello, se optimizarán procesos y se reducirán los costos de la operación.

La recuperación de partículas gruesas de mineral, por ejemplo, permitirá reducir, según la empresa, el consumo de energía y el tiempo de molienda. Además, se prevé recuperar hasta el 85% del agua en todas sus operaciones mineras con esta estrategia. Es por ello, que el uso de tecnología tendrá un impacto directo en el cuidado del medio ambiente y en la disminución de desperdicios.

Rojas, de Hudbay, adelanta que incluso el uso de la Inteligencia Artificial podría ayudar a predecir crisis sociales. “Si predecimos una posible crisis social en la zona que genere posibles bloqueos, podemos tomar algunas medidas preventivas para evitar problemas en la operación y producción”.

Promesas, avances y apuestas

Hudbay calcula que hasta la fecha ha logrado un 70% de avance en los planes digitalización de Constancia para el año 2021. La minera ha conseguido, por ejemplo, mejorar la seguridad, reduciendo el riesgo para sus trabajadores con herramientas anticolisión y antifatiga, sensores que permiten identificar peligros para el operador y sus equipos.

La gran promesa de la digitalización y la innovación tecnológica también es garantizar una operación responsable y sostenible con el fin de conseguir un impacto en el bienestar de las comunidades ubicadas en las zonas de influencia. Para ello, Hudbay ha autorizado el uso de la fibra óptica de la operación de Constancia para la mejora los servicios de comunicación de las comunidades en su área de influencia directa y están planificando, con la ayuda de Telefónica, su proveedor, implementar servicio de internet a 800 familias.

“La digitalización es transversal a todo el negocio. Lo que hagamos en cualquiera de las áreas, así no sean parte de los procesos core de operación y producción, va a impactar en la eficiencia, siempre y cuando estas iniciativas estén alineadas a los objetivos de la empresa”, sostiene Rojas.

Sin embargo, aún queda una apuesta por jugar: ir en busca de más soluciones tecnológicas a través de proveedores locales y globales. “No cabe duda de que la pandemia ha acelerado la transformación digital de los sectores extractivos. La transformación digital y la automatización de procesos son pilares para la modernización de las operaciones. Sin embargo, nuestro ecosistema nacional innovador aún está en desarrollo y es importante fomentar programas de innovación abierta donde podamos invitar también a desarrolladores tecnológicos internacionales con probada experiencia para que ayuden a nuestros asociados a encontrar soluciones a los retos de la industria”, comenta Luis Felipe Gil, gerente del Sector Proveedores de la SNMPE.

Ante esta necesidad de acelerar la transformación tecnológica de la industria extractiva en el Perú, el Comité de Tecnología e Innovación de la SNMPE lanzó el pasado 15 de julio Minergy Scouting, un programa de innovación abierta que busca convocar a los mejores proveedores tecnológicos nacionales y extranjeros a presentar soluciones para los 39 retos de las 30 empresas minero energéticas que participan activamente en dicha iniciativa.

Estos 39 retos están clasificados en cinco categorías: Relaciones Comunitarias, Medio ambiente, Operaciones, Productividad, y Seguridad y salud ocupacional. Asimismo, las soluciones que se buscan están enfocadas en digitalización y la automatización de procesos, mantenimiento predictivo, el uso de nuevas tecnologías como big data, data analytics, Inteligencia Artificial y machine learning, entre otras.

“La iniciativa marca un hito en la industria, pues es el primer programa internacional coorganizado con el sector público a través de entidades como Promperú, Produce y el MINEM, así como las oficinas comerciales de las embajadas de Australia, Israel, Reino Unido, Canadá y EE.UU. entre otros, que son referentes para la industria en el mundo”, comenta el ejecutivo.

Hasta octubre, en un trabajo conjunto con sus aliados, se han organizado 8 workshops en diferentes regiones del mundo para posicionar al Perú como un destino atractivo para la inversión en tecnología mediante un programa de colaboración e innovación abierta de tres meses de duración.

Se espera que los frutos de este esfuerzo profundicen aún más la transformación digital del sector minero energético peruano.

Fuente: Revista Desde Adentro

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